Cómics que merecen
ser descubiertos.
The art of Vampirella,
The Warren Years
AGOSTO 2014
Tengo que reconocer que soy un admirador (inconstante) de la chica de Drakulón desde que, siendo un criajo, conseguí el mítico tomo de Garbo con sus primeras aventuras dibujadas por Tom Sutton y Pepe González, allá en la noche de los tiempos.
En realidad esta reseña no estaba planificada, pero se coló en la lista de cómics –o-lo-que-sea- que merecen la pena cuando descubrí un pequeño texto que había escrito entusiasmado cuando recibí el libro hace ya algún tiempo. El momento para incluirlo aquí es el idóneo , ya que si en la última entrada, nos asomábamos al erotismo de los años 30 con el libro de Margaret Brundage, éste podría ser su equivalente respecto a los años 70.
Escrito por David Roach, el volumen de Dynamite es un suntuoso libro de tapa dura en gran formato (21,5 x 31 cms) que recorre, número a número, las más de 100 portadas del magazine de Warren publicado entre 1969 y 1983 de uno de los personajes sin duda más icónicos del mundo del comic (independientemente de si sus aventuras sean mejores o peores).
Las ilustraciones que se usaron para las cubiertas están reproducidas a toda página –en muchos casos a partir de las obras originales, ahora en manos de coleccionistas, según el texto introductorio- acompañadas de una breve reseña que hace hincapié en los aspectos artísticos y editoriales de las mismas, aunque también se comenta el interior del número cuando su contenido es significativo. Se sigue la edición americana, claro, aunque de vez en cuando se señalan datos interesantes de las ediciones en otros países, particularmente, por motivos obvios, la española, que no siempre seguía el orden de la original.
Incidentalmente el libro se convierte en una pequeña crónica de los años dorados de Selecciones Ilustradas, la agencia de artistas de Toutain (impagable la historia de su primer encuentro con Jim Warren en Nueva York) ya que la mayoría de las obras están realizadas por autores a los que éste representaba. El agente catalán, por cierto, aparece en la portada de uno de los números como señor vampírico, junto a parte del staff de la agencia (no fue la única ilustración de para la que “posaría”).
Entre los ilustradores destaca especialmente Enrich, con más de 50 “vampirellas” firmadas por él –aunque no en todas las portadas aparecía el personaje titular- que con éste y otros trabajos se labró una merecida reputación en el mercado americano, al que llegó después de dar vida a su peculiar versión de los personajes Marvel en los primeros tomitos de Vértice, en España. Suyo es el prefacio del libro, en el que aclara por fin la autoría de la célebre ilustración que aparecía en ese volumen de Garbo que comentaba al principio, que se convirtió en el poster “de puerta” probablemente más vendido de la historia (se llamaba así a los poster de gran tamaño que se solía colocar en la parte interior de las puertas de los dormitorios) y que también se utiliza, al menos en parte, en la portada de este libro. Durante mucho tiempo dicha ilustración estuvo atribuida –con el beneplácito de todos los implicados- a Pepe González, ya que formaba parte de la campaña para lanzarlo como dibujante de la serie, aunque él solo hizo el sketch previo, sobre el que Enrich aplicó su maestría con el pincel.
Por supuesto, en las páginas de The art of… también están presentes el maestro Frazetta, autor de la portada del nº 1 entre otras, así como Ken Kelly, Sanjulian o el propio González.
Se echa en falta quizá una información más extensa, y la reproducción de algunas ilustraciones de otras revistas de las que se habla, sobre todo teniendo en cuenta que hay espacio de sobra en sus páginas, pero en conjunto el libro da lo que promete el título y es muy recomendable tanto para los seguidores del personaje como para los amantes de la ilustración (pulp, camp, llámese como se quiera) en general y está destinado a ser ojeado –y disfrutado- más de una vez.
The art of Vampirella, The Warren Years. Dynamite Entertaiment, 2014
Tapa dura
The Vampire Lestat
SEPTIEMBRE 2014
The Vampire Lestat es una novela gráfica con la adaptación de la obra de Anne Rice de igual título.
Fue la primera de las Crónicas Vampíricas de la autora en ser publicada en formato comic-book, aunque se trata en realidad de la segunda entrega de la saga, pero tiene sentido ya que, escrita casi diez años después que Entrevista con el Vampiro, en cierto modo supone un reinicio de la historia, de hecho “corrige” mucho de lo que se cuenta en la primera novela, y supuso el despegue definitivo las crónicas.
Algo similar ocurrió con los cómics; Inicialmente publicada como una colección de 12 números, tuvo tanto éxito que propició la aparición de numerosas series basadas en la obra de Rice (y otros autores), entre ellas Entrevista con el vampiro y La Reina de los Condenados, respectivamente la novela anterior y posterior a Lestat, con la que en cierto modo forman una primera trilogía dentro de las Crónicas y son probablemente las mejores novelas y las más conocidas. La primera de ellas fue llevada al cine poco después de la mano de Neil Jordan en una película protagonizada por Tom Cruise, Brad Pitt y Kirsten Dunst –la Mary Jane de los Spidermans de Sam Raimi-, cuando todavía era una cría. Ah! Y Antonio Banderas como Armand. “Lestat” y “La Reina” se refundieron en La Reina de los Condenados, un film quizá menor pero absolutamente de culto con Akasha, la reina del título, interpretada por una inmensa Aaliyah, actriz y cantante que murió en un accidente de avión poco después, y con una potente banda sonora, como no podía ser menos en una historia tan rockera.
Durante un breve pero fulgurante periodo Innovation, la editorial responsable de la misma, se posicionó en cuarto lugar en el mercado USA (solo tras Marvel, DC y Dark Horse): los primeros números de Lestat tuvieron varias reimpresiones y la serie se recopiló en este volumen de casi 400 páginas que cuenta con varias versiones, una en tapa blanda y un par de ellas en tapa dura (la de Innovation, con portada de John Bolton, que también hizo las cubiertas de los 12 números de la serie y de otros comics de la editorial y la de Ballantine, el sello que publicaba las novelas). Además aparecieron varias entregas de The Vampire Companion, una especie de magazine con sendas entrevistas a la autora y a los responsables de los cómics.
Tan sorprendente y fascinante como su carrera editorial resulta el comic en sí, adaptado fielmente en los guiones de Faye Perozich y realizado en un estilo pictoricista por artistas prácticamente novatos en el mundo del cómic (Daerick Gross, pintor y profesor de dibujo y máximo responsable del aspecto visual de las páginas recibió el premio Russ Manning al mejor artista revelación… a sus casi 45 años), esta circunstancia sin duda contribuyó a que el resultado se alejase considerablemente de los standars de casi cualquier cosa que se publicaba por aquel entonces (o antes y después, ya puestos) creando una obra única.
En sus páginas asistimos a un desfile casi exhibicionista de diferentes técnicas de dibujo. Se pasa con una facilidad asombrosa de escenas ejecutadas en tonos pastel y rematadamente cursis (sin avergonzarse de ello) a los momentos más oscuros y tenebrosos (y románticos) sin perder la coherencia, por raro que parezca, y cuadrando perfectamente con la voz narrativa de Rice.
En una entrevista aparecida en uno de los Companions Gross, con una franqueza y humildad poco habitual, comenta que da igual quien hubiese dibujado la serie y cómo, porque el éxito éxito radicaba en lo popular que era el trabajo de Rice. Ciertamente un gran número del público que empezó a aparecer por las librerías especializadas para reservar su ejemplar de Lestat el vampiro eran seguidores de las novelas que nunca antes habían leído comics –lo cual ya tienen mérito- pero también es verdad que fueron precisamente Gross y el resto de artistas que trabajaron en los cómics quieres tradujeron a imágenes el mundo de la autora de nueva Orleans (re)descubriendo la saga para mucha otra gente, como en mi caso, y haciendo que nos rindiésemos a ella definitivamente.
The Vampire Lestat, Innovation, 1991
(inglés; tapa blanda)
Vignettes
The Autobiographical Comix of Valentino + Drawing from life
DICIEMBRE 2014
Jim Valentino (autor de los Guardianes de la Galaxia de Marvel o la serie independiente “normalman”, así con minúsculas, además de cofundador de Image) comenta en el texto que cierra el volumen Vignettes que a menudo le preguntan el motivo por el que no hace más historias de corte realista como las que aparecen en dicho tomo, a lo que, explica, suele responder con un contundente: ¡tengo una familia que alimentar!
Viene esto a cuento, como él mismo se apresura a aclarar, de que hay un público muy limitado para este tipo de material, especialmente en un mercado como el americano, dominado por los comics de superhéroes; una circunstancia que puede extrapolarse sin problemas a otros países, como por ejemplo, el nuestro,.
De hecho, y aunque este Vignettes es de 1995 (reimpreso en el 97), reúne un conjunto de historias que se publicaron originalmente en la década de los 80, en un periodo en el que floreció el cómic independiente y parecía que otro tipo de mercado era posible, bajo el sello Renegade, en la miniserie llamada simplemente “Valentino” (el dibujante declaró su antipatía sobre este título, su apellido sin más, incluso antes de que se publicase el primer número –hay algunos comentarios suyos al respecto en el correo de normalman, la serie en la que estaba trabajando por aquel entonces-, de ahí el cambio a “Vignettes” en cuanto tuvo ocasión.
Esta miniserie, “Valentino” -más bien eran números sueltos que fueron apareciendo de vez en cuando- se diferenciaba bastante de la citada normalman. Cada entrega (Valentino, Valentino, Too y Valentino the 3rd) incluía varias historias cortas sobre las propias vivencias del autor, en la línea abierta por el autor con “In my life”, el cómic sobre el asesinato de John Lennon –o mejor dicho, sus sensaciones sobre el mismo y lo que significaba el exbeatle para él- no mucho después de que ocurriese, y que apareció por primera vez en el nº 50 de Cerebus (las primeras entregas de normalman aparecieron también en la serie de Dave Sim, adalid de la autoedición de la época, que por cierto escribe la introducción de este recopilatorio).
Vignettes: The Autobiographical Comix of Valentino reordena el material aparecido en esos tres números, historias sencillas dibujadas con un estilo casi underground –y un espíritu similar, incluyendo algún que otro escarceo con las drogas o cómo librarse de ser alistado para la guerra de Vietnam. Algunas de las historias son más cómicas, otras más sentidas, casi siempre tocando temas cotidianos: las chicas, el matrimonio, la vida tragicómica del dibujante de comics o los intentos –vanos- de dejar de fumar, pero algo tendrán cuando a lo largo del tiempo se han reeditado en varias ocasiones, la última en 2008, en un tomo que incluye también la posterior miniserie de 2 números Drawing from life, una suerte de continuación de “Valentino” que continúa las andanzas del autor como personaje, si bien realizada casi 20 años después de la primera. Personalmente prefiero la edición de los 90, más que nada porque me encanta el dibujo de portada y porque es un volumen redondo en el que no sobra ni falta nada y que se lee perfectamente pese al tiempo trascurrido.
Ese “algo” especial de que hablaba antes es probablemente la autenticidad que las historias de trasmiten. El propio autor dice en ese texto que cierra el volumen que no es fácil contar historias autobiográficas sin caer en la trampa de querer autojustificarse o tratar de quedar como el bueno de la película, algo en lo que en mi opinión a veces falla, pero pese a todo se nota que cree en lo que cuenta y que lo hace a corazón abierto. Especialmente emotivos son los relatos (de texto, curiosamente, no cómics) “…one for Granny” sobre la muerte de la abuela de la familia y “Sons”, un relato en carne viva en el que a raíz del nacimiento de su hijo comenta la difícil relación con los hijos de su pareja y muy especialmente con su propio padre, un señor que se había fugado nada menos que con su propia hija de un matrimonio anterior; Valentino tuvo que vivir con ellos por temporadas, cuando era un crío problemático que sus padres se pasaban el uno al otro como una patata caliente. Esta historia, que no tuvo que ser nada fácil de escribir sirvió de base, apenas disimulada y algo suavizada –se trasforma la incestuosa relación entre el padre y la hermanastra en una infidelidad al uso- para la serie de seis números A touch of Silver, también de 1997, recogida en un tomo ese mismo año, con el subtítulo A Sociopath in Training y también, como Vignettes y Drawing from life, una lectura altamente recomendable para ese “público minoritario” del que hablábamos al principio al que le gustan las buenas historias sin distinción de géneros y sin mayor parafernalia.
Vignettes: The Autobiographical Comix of Valentino
Volumen tapa blanda; 100 páginas
Año de publicación: 1995-1997 (reprint)
Idioma: inglés
Editorial: Image Comics
Drawing from Life
Miniserie 2 comic-books de 24 páginas cada uno
Año de publicación: 2007
Idioma: inglés
Editorial: Image Comics