Cómics que merecen
ser descubiertos.
Zona Erótica
Ryugetsusho
de Ryoichi Ikegami
ENERO 2015
Tengo que reconocer que llegué a esta obra atraído, aparte de por la maestría del dibujo del autor, Ryoichi Ikegami (Santuario, Crying Freeman), del que soy un rendido admirador, por una crítica demoledora en la que se decía que la mitad del comic consistía en escenas de sexo gratuito y sin sentido (¡eso tengo que verlo! –pensé-), con travestis masturbándose y el protagonista fornicando en un cementerio con una monja moribunda (¡!).
Vista la obra la verdad es que algo de todo eso hay, de acuerdo, pero la forma de contarlo de Ikegami y la delicadeza de su trazo hace que lo que podría parecer un relato escabroso se convierta en realidad en una narración con un poderoso halo romántico y casi siempre con un cierto toque de tristeza. El porcentaje de escenas eróticas tampoco es tan alto como hacía suponer la crítica mencionada y son mucho más explícitas –y crueles- en las obras más conocidas del maestro, las citadas más arriba.
En este caso la historia está ambientada en un Japón feudal semi mitológico, lo que resulta especialmente interesante por ver como se desenvuelve Ikegami, que aquí ejerce también de guionista, lejos de su habitual mundo de yacuzas. No faltan aquí las referencias e intrigas políticas (e históricas) tan características de la obra de este autor, pero sirven más bien de telón de fondo de los vagabundeos de un ronin cuya sangre, híbrido de una raza de bestias y humanos, lo convierte en un amante mortífero para sus parejas por lo que tiende a limitar sus relaciones a prostitutas moribundas o, más frecuentemente en las historias que aparecen en el comic, con mujeres de algún modo desesperadas o temerarias, un giro curioso que hace que el foco de atención se desplace a menudo hacia las circunstancias y motivaciones de los personajes femeninos, a menudo fuertes y casi siempre intrigantes.
Como contrapunto, no sé si cómico, pero desde luego algo chocante, aunque solo sea por lo poco habitual, tenemos a esa geisha travesti enamorada del protagonista y que lo sigue a todas partes, espiando sus encuentros amorosos y que se convierte en testigo –no siempre mudo- de las historias.
Compuesto de varios relatos cortos, destacan, entre otros, precisamente el de esa monja (pues sí, lo del cementerio era cierto) que tiene ella misma sangre de bestia y que tras la muerte de su amante se ha prometido a sí misma no volver a enamorarse o la de Oren, la mujer con el tatuaje de serpiente “fantasma” que aparece en los momentos del climax sexual y que “engulle” la vitalidad de sus compañeros de cama. Estas historias, en la primera mitad de la obra, son, para mi gusto, dentro de su relativa sencillez, más redondas que las posteriores en las que los elementos políticos y fantásticos (estupendos esos hombres-bestia que resucitan una y otra vez) cobran fuerza y el argumento se complica.
Glenat, la encargada de publicar la obra en España, presenta la obra en tres volúmenes como “completa” , aunque en realidad existe un cuarto tomo (los cuatro, con el nombre de Bestia, han sido publicados en Italia). En este último volumen la historia, lejos de terminar, se complica aún más, presentando nuevos personajes, rescatando algún otro (Izumi, la chica del pájaro de la primera historia, que sobrevivió a su encuentro con el Saishi –el nombre con el que se conoce a las “bestias”) y adentrándose en la leyenda de la raza a la que pertenece Tsukinosuke Gen, el personaje principal, así como el origen de éste en un giro un tanto inesperado. Por lo menos el tomo inédito cierra la primera parte de la historia de una forma más redonda que el tercer volumen, que acaba con un sacerdote presentando unos manuscritos y diciendo “en este rollo se detalla con detenimiento la leyenda de la katana de los Shinju…” Vale, ¿y?
Por otro lado hay que reconocer que la edición de Glenat es bastante buena, con un tamaño decente que permite apreciar los dibujos de Ikegami y sobrecubiertas de un papel-cartón texturado muy agradable al tacto. Se intuye una cierta intención de presentar un producto de calidad, lo que hace que no se acaben de entender detalles como lo del tomo “perdido” o el que se haya decidido reproducir las páginas en color que en el original abren cada capítulo sólo al inicio de los tomos, dejando las demás en grises. Algunas de esas imágenes se han utilizado en las contraportadas y las cubiertas interiores (se reproducen algunas de las planchas en color inéditas como tales al final de la presente reseña, para dar una idea de lo que digo). No obstante, bienvenida sea esta edición que nos permite disfrutar en castellano de una historia que se merece (y necesita) varias lecturas para captar todos sus detalles (con el manga siempre tiene uno la sospecha de que hay muchísimas cosas que se le escapan, aunque solo sea por la diferencia cultural) y que a poco que te sumerjas en ella, te cautiva.
Ryugetsusho
Tapa blanda con sobrecubierta .
3 tomos. 216 pág. c/u. 21x15 cm.
Año de publicación: 2004
Idioma: castellano
Editorial: Glenat
Zona Erótica
Guido Crepax:
-Emmanuelle, Bianca & Venus in Furs.
- Justine & Story of O.
MARZO 2015
De las abundantes y muy buenas ediciones de la obra de Crepax que hay alrededor del mundo –y más que están por venir- ésta de Evergreen es probablemente una de las mejores. No en vano el sello es subsidiario de Taschen, un nombre asociado a la excelencia editorial.
Los dos voluminosos tomos dedicados al maestro italiano son ciertamente suntuosos: encuadernación en tapa dura en un agradable al tacto material rojo-vino con letras en blanco y unas sencillas pero elegante sobrecubiertas color crema. El contenido no le va a la zaga: las obras eróticas de Crepax.
Habrá quien diga que toda obra del artista italiano es erótica, y en cierto modo lo es –o por lo menos, todas sus páginas destilan sensualidad - pero las obras recogidas en estos dos volúmenes son en su mayoría adaptaciones de novelas –algunas se convirtieron en películas de éxito, pero Crepax parte del material impreso- reconocidas precisamente por su carácter sexual.
Aquí encontramos clásicos pornográficos como el Justine de Sade o La Venus de las pieles de Sacher-Masoch, tan fundamentales que, recordemos, sus los apellidos de sus autores sirvieron para nombrar esas dos tendencias extremas y contrapuestas –y a la vez complementarias, necesitadas la una de la otra- como son el masoquismo y el sadismo, aunque el propio Crepax no está muy de acuerdo, como se recoge en el prólogo del tomo que incluye Justine, en que la obra del “divino Marqués” pueda ser calificada de “sádica” tal como se entiende hoy día el término, siendo un sambenito mas bien perjudicial que se le ha colgado al autor precisamente por derivar de su apellido esta práctica sexual.
Ciertamente en las páginas de Sade hay numerosas escenas de tortura y violencia sexual aunque casi llama más la atención su lectura moral y su teoría de que la virtud rara vez se ve recompensada, más bien al contrario (ahí tenemos a la pobre Justine,sometida a todo tipo de vilezas, por una cosa tan pueril como pretender ser virtuosa mientras su hermana juliette, que abraza el vicio y la degeneración, triunfa en la vida). En su denuncia de los males de la época Sade carga contra el clero, la nobleza, los ricos y, en general, el poder establecido (no olvidemos que estamos en los años de la revolución francesa y que el autor pasó largos años en la cárcel, encerrado bajo regímenes de muy diferente signo, se ve que resultaba incómodo para todos).
En comparación, la obra de Masoch (La Venus de las Pieles), mucho más breve, es tambien bastante más personal, centrada en las pulsiones del individuo y sus propios demonios o, deberíamos decir, pulsiones, algo también presente en las otras dos adaptaciones, esta vez de obras más contemporáneas, curiosamente ambas de autoras femeninas y francesas y con bastante repercusión en su momento; Emmanuelle, el libro de Emmanuelle Arsan es de 1956 aunque su éxito se cimenta en la película del 74 interpretada por Sylvia Kristel y es probablemente más “ligero” en su tono que Historia de O (1954, tambien llevada al cine en los 70 por Just Jaeckin, el mismo director de Emmanuelle, aunque con menor éxito que ésta). En este relato se retoma el tema de la dominación-sumisión siempre desde el punto de vista sexual. Su autora, que lo escribió bajo el pseudónimo de Pauline Réage, que se creyó que pertenecía a un hombre durante mucho tiempo, era en realidad Dominique Aury, que por cierto colaboró con su amante Jean Paulhan en la publicación de las obras de Sade.
Bianca, la única historia de los dos volúmenes con guión del propio Crepax, es más parecida, con su aire onírico-surrealista, a sus otras obras de creación propia. El autor está bastante (co)medido en la adaptación del resto de historias, respetando los originales sin por ello dejar de ser –y de que las historietas sean- 100% Crepax.
Es curioso como un autor que tiene un estilo gráfico tan marcado, tan inmediatamente reconocible, se las apaña sin embargo para hacer cada una de las historias diferentes y para que cada una de ellas tenga una imaginería distintiva, algo quizá no apreciable a primera vista, cuando se ojean sus páginas, pero muy obvio cuando se leen. Casi lamenta uno que el autor no llegase a conocer 50 sombras de Grey, una obra que, por muy criticada por banal que sea no desentonaría dentro de la tradición erótica (que no de intenciones, ay, ese final en matrimonio, que impensable para la “O” de Roissy) de las obras aquí representadas. Seguro que Crepax hubiese sabido sublimar las cuitas del señor Grey y Anastasia y elevarlas a la categoría de arte.
Guido Crepax:
-Emmanuelle, Bianca & Venus in Furs.
- Justine & Story of O.
Tapa dura con sobrecubierta .
2 tomos. 464 pág, y 440 pág. 21x26,5 cm.
Año de publicación: 2000
Idioma: inglés
Editorial: Evergreen (Taschen)
UROTSUKIDOJI
JULIO 2015
Muchos recordareis esta serie de nombre impronunciable por los videos que sacó Manga Film a principios de los noventa. De hecho Urotsukidoji , junto con el Akira de Otomo fueron sus primeros lanzamientos.
Ambos dejaban muy claro que el animé/manga iba mucho más allá de Bola de Dragón o Los Caballeros del Zodiaco, pero “La leyenda del señor del mal” como se subtitulaba la película era mucho más atrevida con sus monstruos de múltiples tentáculos en forma de penes, sus violaciones y en general su alto contenido sexual. Y eso que se trataba de la versión “censurada”, la refundición en un largometraje de los tres Ovas originales que es la que se ha distribuido en occidente tanto entonces como cuando años después se editaron en Dvd. Solo existe una edición americana de los ovas sin censurar, con bastante metraje adicional todo centrado en “ya sabes qué escenas”.
Censurada o no la película causó un impacto tremendo, motivando que se editasen también sus secuelas. Lo que no llegó a aparecer en nuestro país fue el manga en el que se basaba, la obra de igual título de Toshio Maeda, publicada en Japón en 1986. Nuestro país debió ser el único en que quedó inédito porque sí existen versiones italiana, francesa e inglesa, todas publicadas como se hacían entonces los comics japoneses, es decir, con las páginas invertidas, onomatopeyas traducidas y, en el caso que nos ocupa, añadiéndole genitales (¡pues sí!) a todos los dibujos donde por imposición y cultura los autores nipones suelen colocar “efectos especiales” para disimilar todo lo que sea demasiado específico, o lo dejan directamente en blanco, lo que a veces estimula más la imaginación. En cualquier caso manipular de forma tan grosera los dibujos se nos antoja una barbaridad, qué duda cabe.
Por todo eso resulta especialmente interesante la relativamente reciente (2006) edición italiana de la obra en cuatro elegantes volúmenes cuyas portadas son simplemente el título impreso en letras plateadas sobre un fondo negro. Esta edición permite por primera vez ver la serie tal como fue originalmente concebida, tanto en el orden de lectura como con los dibujos sin los rudimentarios añadidos de los 90. Es además, que yo sepa, la única que se ha publicado tal cual en occidente.
La historia es muy similar a la de la película; la inminente llegada del Chojin, un ser mítico destinado a romper el equilibrio entre las diferentes especies que pueblan el universo (humanos, demonios o makai y hombres-bestias, o jyujinkai) provoca diferentes fenómenos paranormales y acciones de las dos razas místicas en torno a la figura de Nagumo, un tanto patético estudiante de secundaria del que se sospecha que puede ser el Chojin y su novia, Megumi, a los que se une el jyujinkai Amano Jyaku y su “ayudante”, el cómico –y rijoso, aunque bueno, todos los personajes de la serie andan un poco salidos- Kuroko.
El estilo de dibujo es, sin embargo, muy diferente al visto en el video. Frente al bastante “animé-standard” que luce la película las páginas de Maeda se decantan por un cierto “feísmo-terrorífico” que recuerdan a veces a Suehiro Mauro, el de La Sonrisa del Vampiro, que después de todo es de la misma quinta que Maeda.
Este estilo gráfico refuerza la idea de que estamos ante una obra de terror o ficción paranormal, por más que se venda como erótica, aunque también es verdad que en ella las escenas de contenido sexual tienen una importancia fundamental y de hecho son, a veces, las que hacen avanzar la trama, algo más bien raro en otras historias donde tales escenas suelen ser más bien gratuitas.
En cualquier caso, una obra única, perturbadora a veces, divertida otras, que recomendaría recuperar y no solo por el valor histórico que tuvo en su momento.
UROTSUKIDOJI
4 tomos tapa blanda con sobrecubierta.
280 páginas cada uno, aprox.
18 x 12,50 cms
Año de publicación: 2006
Idioma: italiano
Editorial: d/books
Precio: 75 € + gastos de envío
Nota: se regalan los Ovas originales sin censurar en japonés con subtítulos en castellano