Cómics que merecen
ser descubiertos.
Para comic raro, raro, la versión manga del superhéroe estrella de Marvel, Spider-man, que se marcaron los japoneses allá por los 70 (las fechas no están muy claras y mientras unas fuentes sitúan la serie a principios de la década, Tom Brevoot, en el texto incluido en el nº 1 de la edición americana del manga, comenta que la idea de desarrollar el personaje desde un punto de vista nipón surgió tras el fracaso que sufrió el intento de publicar la colección original en Japón en 1976). Sea como fuere, el caso es que la serie se reimprimió en japónes en varias ocasiones en sendos tomos (cuatro volumenes, en concreto) y en una serie de comic-books, ésta que comentamos, en Norteamérica, ya a finales de los 90.
Llama la atención que el dibujante encargado de la misma (probablemente el guionista también, ya que es el único que aparece acreditado) fuese un primerizo Ryoichi Ikegami, más adelante famoso por series como Mai, la chica con poderes psíquicos, Crying Freeman, Heat o Santuario.
Ikegami no ha desarrolla aquí aún su estilo realista y elegante a un tiempo, tan característico, que le valdría el sobrenombre de “el Neal Adams japonés”, pero cumple su cometido con un dibujo eficaz y una buena narrativa, muy dentro de la media japonesa de la época, aparte de algún que otro destello de genio en el que casi se adivina lo que será el autor más adelante (sobre todo en las páginas iniciales de las historias, como suele ser habitual en los mangas, más trabajadas que el resto, en este caso a base de unos grises muy conseguidos, por ejemplo en la historia del Lagarto).
La serie tiene varias historias cortas completas, sencillas pero bastante redondas, la mayoría de unos 3 comic-books americanos, no todas recogidas en la versión occidental, que alcanzó los 31 números.
Al principio Ikegami adapta más o menos el universo arácnido de Peter Parker (Yu Komori, en la versión japonesa), que le sirven de inspiración (no se trata de trasladar las historias americanas literalmente) y así presenta una historia del origen –tímido estudiante que vive con su tía, picado por araña radioactiva- mezclada con la de Elektro en la primera aventura, y la del Lagarto en la segunda. Ambas sagas podrían incluso recordar, salvando las distancias estilísticas, las historias de Lee-Ditko o Lee-Romita, pero poco a poco la personalidad de Ikegami se va imponiendo y acaba creando algo propio, más personal, más turbio, si se quiere, de lo que cabría esperar en este tipo de historietas.
Ya había detalles diferenciadores, como el uso realista de la violencia –esas palizas que le dan a Yu- no demasiado habitual en el género superheróico, y menos en aquella época, pero a raíz de la extensa saga del falso Spider-man / Misterio, en la que un fuerte sentimiento de culpabilidad lleva al protagonista a tomar la decisión de abandonar su identidad enmascarada (¡por segunda vez!), hay episodios en los que la presencia de Spider-man es prácticamente anecdótica, aunque se sigan contando historias de cariz fantástico, algunas tan notables como la de “La bruja del Invierno”, que tiene también ese cierto aire melancólico tan propio de Ikegami.
Además de las historias en sí, con un Spider-man contado como nunca lo has visto antes (ni vas a ver después), yo destacaría el diseño de las portadas de los comic-books, tan a la japonesa, con esos letreros en vertical (la serie estuvo nominada en los premios Harvey de 1998 a la “mejor edición de material extranjero”), y la icónica portada del Spiderman y la rosa del nº 4 americano (usada también en los tomos nipones) cuya postura y proporciones parecen directamente tomadas del David de Miguel Angel.
Spider-Man The Manga
Comic-books, blanco y negro, 32 páginas
Año de publicación: 1997
Idioma: inglés
Editorial: Marvel Cómics
ENERO 2015
La Cosa del Pantano de Rick Veitch
Aunque parezca mentira hay vida en La Cosa del Pantano más allá de Alan Moore, tanto antes de él (la mítica serie inicial de los creadores del personaje, Len Wein y Bernie Wrightson) como después, y no me refiero a las diferentes series y variados reboots del personaje que se han hecho enlos últimos años, sino a la etapa inmediatamente posterior a la de Moore, a cargo de Rick veitch.
Aunque los números de Moore son los que más fama han alcanzado -y los que más se han reeditado-lo cierto es que la etapa de Veitch bien merece la pena.
Veitch es un autor interesante donde los haya (ver sus obras para Epic Magazine en Marvel , recuperadas en su mayoría en su propio sello, King Hell, en el que también edita sus propias obras, a destacar la serie onírica Roarin’ Rick’s Rare Bit Fiends) y ya venía participado en Swamp Thing desde tiempo atrás, inicialmente alternándose con su colega Stephen Bisette como dibujante.
A partir del número 65 Veitch toma el mando de la serie, ocupándose también del guión. Sus historias siguen un poco la línea marcada por Moore aunque introduciendo giros argumentales de cosecha propia tan interesantes como la creación de un nuevo “elemental”, lo que incluye tener que dejar embarazada a Abby (ya sabéis, la chica del pelo blanco con mechas, interés romántico del personaje) para lo que tiene que utilizar el cuerpo más anatómicamente preparado para tales menesteres de otro personaje mítico que debutó precisamente en las páginas de la Cosa del Pantano: nada menos que John Constantine.
El número de la serie donde se produce dicho coito (el 76, titulado L’Adoration de la Terre) es el punto culminante de este volumen llamado Spontaneous Generations, en el que antes asistimos a diversos inténtos de conseguirle un cuerpo al espíritu del nuevo "brote", lo que da pie a algunas buenas historias -magistral en la forma y el fondo el monólogo interior de un ejecutivo de las empresas Sutherland, un buen ejemplo de que se puede hacer en los comics cuando se domina el medio-.
También hay por ahí algún que otro número psicodélico a los que tan aficionado es Veitch -lo que ya es decir, en una serie tan atípica como esta- y muy a menudo un tipo de humor también muy característico.
El equipo creativo se completa con Alfredo Alcalá, veterano autor habitual del entintado de Veitch en la serie y que cumple de forma efectiva aunque no puede hacer olvidar a John Totloben, para mí el autor que definió como nadie al personaje en los 80 con su delirante, detallista y muy personal estilo de entintado que recuerda a menudo el grabado clásico (esas líneas de grosor modulado) y que todavía en esta etapa se ocupa de muchas de las portadas. Cuando están pintadas, son ya sublimes.
La portada elegida para este tomo también es suya. Curiosamente la editorial Zinco la utilizó (con su fondo rosa original) cuando publicó en España los números de Moore a color por primera vez, si bien esta etapa a la que en realidad pertenece la ilustración nunca ha visto la luz en nuestro país.
Tampoco es que en Estados Unidos la etapa de Veitch sea demasiado (re)conocida; buena parte de ella quedó recopilada en 3 tomos (Spontaneus es el segundo de ellos) que continúan a los seis de Alan Moore, en la edición de la serie que DC hizo en torno a 2000-2006, pero en posteriores ocasiones dichos tomos se han obviado, centrándose solo en la etapa de Moore. Una pena, porque deja a los seguidores del personaje sin conocer una parte importante de la historia del mismo.
El motivo por el que DC no le ha dado mucha publicidad al periodo de Veitch puede ser que no acabó en los mejores términos ya la última saga, con el personaje viajando en el tiempo, acababa con el polémico número en el que La Cosa del Pantano se encontraba con Jesucristo en los momentos previos a su cruxifición y la editorial se echó atrás y decidió no publicarlo pese a que el argumento había sido ya aprobado y prácticamente dibujado por Michael Zulli (en esos números Veitch se encargaba ya solo del guión).
A raíz de esto el autor dejó la serie no demasiado contento y no llegó a ver el nacimiento de la hija de la Cosa del Pantano, que se produjo unos pocos números después.
Swamp Thing Spontaneous Generation
La Cosa del Pantano de Rick Veits
Tapa blanda . 155 pág.
Año de publicación: 2005
Idioma: inglés
Editorial: Vertigo DC
Star*Reach fue una relativamente pequeña pero muy influyente editorial americana de mitad de los 70 en la que desarrollaron su estilo personal autores tan emblemáticos como P. Craig Russell o Howard Chaykin, que ya habían hecho sus pinitos en las grandes editoriales (léase Marvel o DC) pero que aquí tuvieron una libertad -a cambio de unas tarifas inferiores, eso si- que les permitió encontrar una voz propia.
Otros habituales del sello de Mike Friedrich, guionista él mismo, además de editor y representante, fueron David Sim, futuro adalid del cómic independiente o Michael T. Gilbert (luego en Eclipse y Dark Horse con su Mr. Monster, un título que ya está tardando en aparecer en esta página, después de todo, su ayudante, Kelly es la chica que aparece leyendo en nuestro logotipo).
El tomo Star*Reach Companion de TwoMorrows Publishing (los del imprescindible The Jack Kirby Collector y otros numerosos libros sobre el mundo del cómic) es un rendido homenaje a la compañía de Friedrich que el autor, Richard Arndt demuestra conocer de primera mano (¡esos comentarios sobre las diferentes reimpresiones de algunos números incidiendo en la calidad de las mismas!¡) con interesantes entrevistas al editor y a muchos de los artistas que trabajaron con él: Russel, Lee Mars, Mike Vosburg…, por citar las más extensas, aunque también hay lo que él llama mini-interviews a Walter Simonson o Steve Leialoha.
A su vez es un completo –y jugoso- catálogo no solo de todos los cómics de la editorial (el magazine del mismo título, Star*Reach, Imagine, Quack! y sus diferentes monográficos –Parsifal, Cody Starbuck, etc…-) sino de otras publicaciones de la época ofreciendo un amplio panorama de un tipo de cómics muy característicos por desgracia hoy día casi inexistentes.
En realidad Star*Reach fue una avanzadilla del movimiento de comics independientes que florecieron en los 80 (algunos de estos sellos, como Eclipse, editó parte del catálogo de Star*Reach) y acogió a algunos de los autores que trabajaron allí) e influyó en la manera de entender el medio, al menos en parte, de las grandes editoriales. Por ejemplo, Friedrich produjo varios proyectos para ellas y es en parte responsable de muchas de las cosas que se publicaron en la revista Epic Illustrated de Marvel, así como de alguna de las obras que aparecieron en el nuevo formato de novela gráfica que por aquel entonces estaba poniendo en marcha dicha editorial.
El tomo incluye numerosas ilustraciones tanto en blanco y negro como a color y se completa con un apéndice en el que recogen algunas de las historias que publicó en su momento la editorial, por ejemplo A tale of Sword & Sorcery de Simonson, Siegfried and the Dragon de Craig Rusell, a todo color y completo por primera vez, un par de historias de Gilbert, otra de Leialoha…pero no he podido resistirme a incluir en esta reseña el Star*Reach Greates Hits, un volumen que en su momento (es de 1979) incluyó como su título indica algunos de los “grandes éxitos” de la editorial: comparte con el volumen de TwoMorrows el I’m God guionizado por David Sim –aquí en blanco y negro- pero la pieza clave es probablemente la adaptación a todo color de Elric de Melniboné a cargo de Frank Brunner, otro de los habituales de la editorial, y que fue publicado a la vez en Heavy Metal y que es una auténtica gozada.
Hay otra historia de Elric, ésta dibujada por Robert Gould, futuro portadista de muchos de los libros de Michael Moorcock (precisamente en el Companion se cuenta que Kimball y Gould le mandaron la historia a la editorial ya completamente realizada y que Friedrich tuvo que pedir el correspondiente permiso a Moorcock a posteriori, a raíz de lo cual surgió una relación que posibilitó las diferentes adaptaciones al cómics de las aventuras del emperador albino).
El Greates*Hits se completa con otras historias cortas de miembros de prácticamente toda la plantilla de la editorial por lo que es el complemento ideal al Companion.
Star Reach Companion
Tapa blanda. 192 pág. B y N y color. 21,5x28 cm.
Año de publicación: 2013
Idioma: inglés
Editorial: Twomorrows Publishing
Star Reach Greatest Hist
Tapa blanda. 114 pag. B y N y color. 21x27,5cm.
Año de publicación: 1979
Idioma: inglés.
Editorial: Star Reach Production